Lady Galadriel Ryger
Aprendiz de Sacerdotisa Oscura de R’hllor “Dulce Ardor”
De Bosque de los Sauces – Tierra de los Ríos.
Bosque de los Sauces.
He tenido un sueño curioso o puede que sueños pues aunque no estoy segura lo que vi en ese sueño se me hace extrañamente familiar…
Antes de que se me olvide voy a escribir lo que he soñado…
En el sueño estoy lo que parece un gran templo de color dorado con adornos rojos de color fuego a las afueras y veo que está preparado lo que parece una pira de sacrificio y en ella aún no hay nadie, entonces la gente deja de mirar la pira sacrificial y se gira hacia mí, asustada me pregunto porque me miran cuando empiezo a hablar…
Hermanos y hermanas hoy estamos aquí reunidos para traer la paz y el descanso a un alma descarriada, ella fue la suprema de mi orden pero ha demostrado no ser digna de tal cargo por lo que vas a recibir la justicia de R’hllor, yo Aerith Borrell Sacerdotisa del dios de la luz voy a purificar su alma y su cuerpo impuro pues ella ha cometido todo tipo de actos reprobables desde que fue aceptada como aprendiz, ha mentido a su esposo y engañado con otro hombre, se ha acostado con todos los hombres que se lo han permitido y hasta incluso alguna mujer, yo fui una de sus víctimas, en un momento de debilidad caí en sus garras por lo que nunca seré una mujer del todo pura a los ojos de nuestro señor, la acuso también de ser una traidora a la orden pues hermanos y hermanas que la necesitaban solo recibieron de ella desprecio y ayudo a enemigos de la orden en contra de sus propios hermanos de fe…
En definitiva yo la acuso de adultera y traidora a la fe y la condeno a morir quemada en el fuego de R’hllor, traed a la prisionera…
Traen a una mujer pelirroja y de mirada altiva que me mira con desprecio en cuanto se acerca a mí me escupe a la cara y yo le devuelvo el favor con una bofetada bien dada, ordeno que la aten al poste y la despojen de sus vestiduras…
“Sansa Arryn te doy la oportunidad de confesar tus crímenes e ir en paz con el señor de la luz”, ella no responde y me mira con odio, bien tú lo has querido “traedme el fuego purificador”, me traen una antorcha y empiezo a prender fuego a la pira sacrificial y esta va ardiendo poco a poco…
A los pocos minutos se oyen los gritos de la mujer y yo disfruto de cada grito como si fuera música, entonces me despierto…
Eso es lo que he soñado y ahora te pongo por escrito en ti mi querido diario para nunca olvidar este día pues me he sentido especial y poderosa en ese sueño y yo quiero ser como esa mujer, esa sacerdotisa roja llamada Aerith Borrell, quiero tener ese poder y esa majestuosidad, he de informarme sobre este tema y me dirijo a la biblioteca del castillo para buscar información sobre esa fe y lo que descubro es que originaria de Essos y que varios de sus templos están en un lugar llamado Ciudades Libres en especial se hace referencia muchas veces al antiguo templo de la ciudad de Volantis, sé que esto va a decepcionar a mi madre pues ella creía que iba a seguir sus pasos y ser una maestre pero creo que me llama mas ser una sacerdotisa del dios de la luz, oigo como me llaman para cenar y entonces dejo mi lectura y mi sueño de ser sacerdotisa pero no lo olvidare pues es lo que más deseo en el mundo.